Monologo

A pesar de que el texto podría ser abordado por varios actores, hemos decidido conservar las distintas voces en un único histrión. Dado que el fenómeno del Acoso Escolar se presenta de manera grupal y, sobre todo, porque está dentro del marco de las patologías sociales, al considerarse consecuencia de los estereotipos y las exigencias de la pertenencia grupal. Hemos considerado varios factores de riesgo para el montaje colectivo. Por su naturaleza, un grupo de actores que conviven en escena, deben adaptarse a un ritmo y una modulación que conviva de forma homogénea con cada uno de los integrantes; hay una necesidad de tono, de invención de realidad a través del acuerdo tácito, una complicidad; incluso los personajes, las caracterizaciones, deben acotarse para no romper con la estética general; todo esto sin considerar los espectáculos que basan su dinámica en fuertes y marcadas directrices coreográficas. Éste conjunto de circunstancias tiene demasiada similitud con las circunstancias sociales que propician el problema a abordar. En cambio encontramos ventajas en la presentación monologada, donde el interprete puede, y requiere, hacer fuertes diferencias entre cada una de las voces, rompiendo incluso tono y ritmo para mostrar al individuo, el punto de vista y la reacción dada.